El Congreso, ¿La raíz de nuestros males?
La Constitución Mexicana cumplió el pasado 5 de Febrero 95 años dentro de un entorno social y político realmente difícil; con reformas a la orden del día, pero sin concretarse los cambios verdaderamente importantes.
Las reformas urgentes como la laboral, educativa, fiscal y política, por citar algunas, se encuentran a la espera de concretarse en una manera ideal y completa, propuestas e iniciativas sobran, tanto del ejecutivo como de la ciudadanía, así como sugerencias de organismos internacionales.
Para muestra, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha sugerido que México necesita reformas educativas para ser más competitivo.
Asimismo, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), ha señalado como imprescindible realizar una reforma fiscal que modernice y actualice el sistema tributario federal, que permita mayor recaudación y mejor distribución de la carga tributaria.
Por otra parte, el movimiento ciudadano Evolución Mexicana propone una reforma política que empodere al ciudadano para tener una democracia participativa correcta, basada en cuatro puntos fundamentales: las candidaturas ciudadanas, la reelección, la consulta popular y la iniciativa ciudadana.
Es alrededor de todo esto y con los temas más importantes del país, donde las Cámaras Legislativas toman un papel fundamental y protagónico, donde se requiere un funcionamiento adecuado y de unidad por un país más sólido; pero es aquí donde se complican las cosas, intereses políticos se presentan una y otra vez.
Citado problema ha sido señalado incluso a nivel internacional, siendo el año pasado cuando el Departamento de Estado de E.U.A. hizo alusión a este problema, al decir que resistencias políticas frenan las reformas urgentes en México, siendo atinados a mi percepción, en la realidad que se vive diariamente en las Cámaras.
Lo realizado en las Cámaras:
Se han hecho 533 reformas constitucionales a los artículos de la Constitución Mexicana (hasta el 9 de Febrero del 2012).
Artículos Reformas
Del 1° al 136 520
Transitorios (19) 9
Transitorios de decretos de reforma 4
Cabe resaltar que las 520 reformas primeramente mencionadas han tocado 106 artículos de los 136, representando un alto setenta y ocho por ciento de artículos reformados de aquel grupo.
Las 533 reformas totales se distribuyen a través del tiempo de la siguiente manera:
Década Reformas
20-29 28
30-39 38
40-49 31
50-59 12
60-69 30
70-79 62
80-89 78
90-99 129
00-09 92
2010- 33
Las cifran señalan un notable despunte con incremento paulatino en los últimos 40 años.
También se han realizado 1,674 reformas a 186 de las 272 Leyes Federales vigentes (hasta el 3 de Abril del 2012); esto representa poco más del sesenta y ocho por ciento de leyes reformadas, con un promedio de nueve reformas para cada una de las 186 que se han tocado.
Todo lo anterior indica que el país cambia, y más aún estando en una globalización que demanda estar actualizados en todos los sentidos; los números dicen que se han hecho muchos cambios, muchos más en las últimas décadas, lo que pone a pensar que la Constitución ya se encuentra en su etapa final, con múltiples cambios y enmiendas en su haber.
Pasaron 60 años para que se sustituyera la Constitución de 1857 en 1917, acompañado de grandes cambios en el entorno del país, lo que nos hace suponer que desde hace 40 años ya deberíamos de haber empezado a pensar en un cambio de fondo, de renovación, de orden, y de simplificación de nuestras Leyes Federales y Constitución, pero sobre todo, incluyendo las soluciones actualmente más urgentes de nuestro país.
Es una labor titánica que tienen las Cámaras, y en este momento no se asoma la posibilidad de concretar siquiera las reformas necesarias que puedan quitar el freno de mano a México.
¿Cuál será el problema?
Es casi imposible no coincidir en la inoperancia que ha inundado nuestras Cámaras para abordar los temas que demandan atención en nuestro país, donde diferencias e intereses partidarios son más importantes que el bienestar de México.
¿Cuál será la solución?
¿Será necesario y única solución que el partido gobernante tenga mayoría en las Cámaras?; o podría existir la posibilidad de un bloque ciudadano, formado por aquellos emanados de candidaturas independientes, que se encuentran cada vez más cerca de convertirse en realidad; sería interesante ser representados por ciudadanos sin intereses y bloqueos propios de partido, y que sólo trabajaran por el bienestar del país.
Ahora que si la solución se busca fuera de lo representativo del problema, se podría buscar una figura del Ejecutivo de mayor peso y alcance, donde acompañado de un equipo de colaboradores realice las reformas necesarias, bajo sugerencias u oposición (de tratarse de un porcentaje extremadamente alto) de las Cámaras, y predefiniendo puntos básicos intocables.
De esa manera, el Ejecutivo asumiría la responsabilidad y costo político de los resultados, que a final de cuentas es el único que elegimos entre todos los mexicanos.
Rubén III
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