El
racismo es un tema serio, empieza como ideología, después se convierte en
comentarios e insultos y, finalmente, es posible que termine con algún crimen
de odio. El racismo es la discriminación de un grupo étnico, religioso o sexual;
se refiere a un trato desigual o excluyente acompañado de odio.
Decidí
elegir el tema de este artículo por un comentario en mi publicación de Facebook
sobre mi artículo «Las Caravanas de Trump»[1], me sorprendió mucho que alguien negara que
Donald Trump es racista, y más me sorprendió que el usuario que lo dijo
parecía, por su cuenta de Facebook, ser un compatriota que vive en Los Ángeles.
Su nombre es Hugo Cárdenas Salvas, a quien le agradezco que haya alentado este
sepulcro que no tenía programado.
Hay
que recordar que la última guerra mundial se originó por el racismo de Adolfo
Hitler, fue un odio racial y religioso que el mundo dejó que se esparciera
hasta terminarlo en la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, los restos neo-nazis
están presentes principalmente en Estados Unidos, y se encuentran siendo
solapados por su presidente, quien es descendiente de inmigrantes alemanes y
que abrazó el racismo como una ideología familiar. Hay que señalar que su padre,
Fred Trump, fue arrestado durante una manifestación del Ku Klux Klan
defendiendo la supremacía blanca, eso fue en Queens, Nueva York durante 1927[2][3][4]; aunque la principal evidencia es la
que presenta el Washington Post en su artículo[5].
«Yu ar feik nius», diría el Trump.
Empezaré
por ventilar el racismo de Trump, que indiscutiblemente cumple cabalmente con
todos los puntos que mencioné al principio sobre el racismo, en otros
parámetros vendría siendo algo así como un masón grado 33, que es su máximo
nivel. El racismo de Trump no sólo se refiere a la inmigración, que, dicho sea
de paso, tendría que acatar las leyes propias y extranjeras sobre asilos políticos
y refugiados.
En
cuanto a racismo étnico o racial, Trump ha atacado e insultado en reiteradas
ocasiones a los inmigrantes que están en su país, ha dicho que los inmigrantes
indocumentados son animales, y en reiteradas ocasiones señaló que los
inmigrantes mexicanos son criminales y violadores, en ese sentido, generalizo
con toda una nación; estigmatizó a una nacionalidad siendo el presidente de la
hasta ahora nación más importante e influyente del mundo… no lo dijo
cualquiera, por eso no se puede dejar pasar.
Arrastrando
a un Trump racista desde el punto anterior, seguiré con el racismo religioso
que también tiene algo de racial… el año pasado, Donald Trump prohibió el
acceso a su país de manera indefinida a 7 países musulmanes: Siria, Irak, Irán,
Libia, Somalia, Sudán y Yemen[6].
Ya
para matar y no dejar ningún punto sentido, hace dos años se filtró un video en
el Washington Post[7] donde Trump
menciona entre otras cosas: «Si eres famoso, puedes hacer lo que quieras con
las mujeres, agarrarlas por el cu… y hacerles de todo…». Eso hace pensar
seriamente en cómo se maneja o con qué derecho se siente en ciertos momentos
ante una mujer, por lo que se intuye que la mayoría de las casi 20 mujeres que
han denunciado a Donald J. Trump por abuso sexual puedan ser ciertas. Sería un
delito que se podría agravar por esos comentarios despectivos. Los primeros dos
puntos no tienen repercusiones legales en Estados Unidos, pero este último… sí,
hace falta que concluya legalmente. Sinceramente, yo no creo que todas las
denuncias sean ciertas, tal vez sólo dos o tres; pienso que la gran mayoría las
agregó él mismo para crear un escenario de incredulidad de que todas esas
mujeres estén diciendo la verdad, hace pensar que sólo buscan dinero. A final
de cuentas, alguna de las víctimas o alguna de las pagadas pueden hacer que
este asunto termine muy desfavorablemente para Trump.
Por
todos lados, Donald John Trump, es racista. En algún momento se estrellará contra
su karma.
Ahora
bien, no soy abogado, pero soy un gran investigador con un gran pensamiento
crítico, lo que me permite hablar en su momento sobre cualquier tema. Ya hablé
sobre el racismo de Trump y sus posibles repercusiones en su país, pero esto va
más allá, por lo que estuve investigando, esto debería dar un giro
internacional. En Estados Unidos el racismo no es ilegal[8], pero están tipificados los crímenes con
agravante de odio —hate crime[9]—, que es lo que se le podría agregar al
primer abuso sexual de Trump que sea confirmado; por otro lado, los discursos
de odio —hate speech[10]— no están tipificados, aunque hay varios
países alrededor del mundo que sí tienen tipificado como delito esos discursos,
es todo lo que tenga que ver con que una persona exponga su racismo de manera
pública. De esa manera, veo muy probable que el hasta ahora presidente de los
Estados Unidos pueda haber cometido algún hate
speech y pueda ser considerado desde ya como un delincuente en alguno de
esos países, entre ellos destacan Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile,
Croacia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, India, Indonesia,
Irlanda, Japón, Jordania, Malta, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia,
Rumania, Rusia, Serbia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Suiza y Reino Unido;
habría que revisar detenidamente cada ley de manera individual en base a
consecuencias y la vigencia que han tenido a través de los años. Estoy seguro de
que gracias al discurso de odio que ha llevado Trump alrededor del mundo,
podría ser considerado un delincuente en alguno de ellos. Ahora comprendo más
por qué en algunos países organizan grandes manifestaciones en contra de él,
tal vez la mayoría coincidentemente sean en algunos de esos países que le han
cerrado tajantemente la puerta al odio. Pienso en la inminente posibilidad de
que algún ciudadano interponga alguna denuncia formal ante sus autoridades y
volver non grato a Trump.
Pienso
que es momento de frenar a ese tirano que tiene como su presidente Estados
Unidos, es una persona primitiva, racista y autoritaria; no estoy seguro si
Estados Unidos se merece a alguien así, pero estoy seguro de que el mundo no
tendría que estar lidiando con él. Trump está usando todo su poder contra la
prensa, contra los empresarios y contra las personalidades, y no solamente de
Estados Unidos, también del mundo; utiliza todo lo que tiene a su alcance: la
agencia de espionaje más avanzada del mundo (N.S.A. - Agencia de Seguridad
Nacional —exagencia de Edward Snowden, reconocido desertor y defensor de
nuestros derechos personales—), el fisco donde convergen las empresas más
importantes del mundo, y las cortes legales que tienen al margen a todo tipo de
personas poderosas e influyentes. Es mucho poder que cayó en malas manos. Hay
encarcelamientos, persecuciones y muertes, ya está pasando desde hace mucho
tiempo en las manos de ese grupo elitista, así que no debería importar si
suceden otros pocos. El final del mundo libre se firmó definitivamente cuando
Trump asumió la presidencia de Estados Unidos de la mano de Rusia, la
confirmación sería su posible reelección, aunque tengo la esperanza de que ni
siquiera termine su mandato de cuatro años. Es ahora o nunca.
Nuestro
mundo moderno nos demanda que el racismo sea condenado en todas sus
expresiones.
«El
único odio que deberíamos tener como sociedad es contra el racismo.»
(rubén3k®)
Por
Rubén Verdugo Terminel
(Navojoa, Sonora, México; 7 de Junio de 1980; @ruben3k)
Escritor, Poeta y Bloguero. Ha colaborado en medios electrónicos internacionales con artículos y reflexiones sobre temas políticos, religiosos, sociales y de fe católica. Asimismo, ha sido coordinador general y editor de boletines oficiales impresos. Ha trabajado para la comunidad indígena —nativa y migrante— del Estado de Sonora, México. Autor del Poemario ÁMALON (2016). Actualmente es Director y Editor de la Editorial3k y Revista ÁMALON.
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Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en http://www.ruben3k.com.
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